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Foto del escritorGustavo Ripa

Desactivar la mente pensante

“....escuchas conscientes que disciernen....” - Vishnu Diganbar Paluskar


Te habrás dado cuenta que la mente nos juega, muchas veces, una "mala pasada".

No podemos ver los fenómenos y las circunstancias "tal como son", sino que las vemos "cargadas" de nuestras creencias, miedos, angustias y lo peor, no nos "damos cuenta" de eso y muchas veces accionamos en función de esas ideas y no del hecho en sí.

Una de la maneras de desactivar esos mecanismos o al menos hacerlos lo más conscientes posibles, es la práctica de meditación.

Hay varias técnicas y formas de meditación, una de ellas es la utilización de la música y el sonido.


"Habitar el momento, el instante presente" es una de las dificultades que pasamos todos en nuestro día a día.

Nuestra mente queda atrapada en el pasado y en lo que - supuestamente - sucederá en el futuro, en una cascada de ideas y pensamientos sin fin.

Es difícil tener la mente en el "aquí y ahora" en el "presente".


Cuando logramos permanecer en "ese espacio" y con la práctica, notaremos los muchos resultados positivos a nuestra salud y a nuestra forma de "estar en el mundo".




MÚSICA Y MEDITACIÓN


LA MÚSICA es un arte que "se expresa en el presente", por lo que es adecuada para fijar la mente en un "punto u objeto", y en este caso, un objeto que se mueve en el eje espacio/tiempo.

Eso significa que la música y el sonido están permanentemente en el "presente".

La música nos impacta durante toda nuestra vida. Está allí para que podamos utilizarla en beneficio de nuestra salud y desarrollo personal, solo debemos aprender a escuchar en forma consciente, fluyendo con sus elementos, interactuando activamente con ella.

La música como práctica de meditación, desactiva la mente pensante y el secreto para beneficiarnos al máximo está en "cómo la escuchamos".

No toda la música es adecuada. No toda música aparentemente adecuada funciona para todas las personas.


La Música NOS NECESITA implicados, activamente, conscientemente, plenamente.

Nuestro grado de receptividad hacia la música determina el grado de efecto medicinal que recibiremos.

El secreto para beneficiarnos al máximo de la música está en cómo la escuchamos.

El efecto NO VIENE desde afuera de nosotros, sino desde dentro de nosotros y NADA tiene que ver esas antiguas creencias de que "hay que saber música (académica)" para beneficiarnos de ella.

La música se nos brinda plenamente, la música sana.

Gus

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